PICADURAS DE INSECTOS Y OTROS ARTRÓPODOS
La importancia relativa que las molestias y enfermedades causadas por estos animalitos invertebrados producen en los seres humanos, justifican la extensión de la información, que debemos aportar al respecto. Parece indudable la mayor propensión a estas agresiones en las personas que practiquen actividades al aire libre, en zonas rurales y silvestres, así como a todos aquellos viajeros y excursionistas deseosos de ampliar sus horizontes visitando lugares lejanos o zonas próximas a sus ciudades de residencia que, sin embargo, constituyan reservas ecológicas poco exploradas y carentes de las garantías sanitarias características de las áreas tecnificadas.
No obstante, en cualquier lugar, por muy "civilizado" que éste sea, la agresión de los insectos y otros pequeños animales puede inducir molestias de variada sintomatología y gravedad para los seres humanos.
Ya nos ocupamos de las picaduras de himenópteros, tal vez las más comunes en variados ambientes, y dentro de este orden de los insectos, de los "venenos" de avispas, abejas y abejorros, así como la acción necrosante del tóxico de las hormigas, o para ser más exactos, de ciertas hormigas, capaces de causar heridas de difícil cicatrización, así como reacciones alérgicas generalizadas.