ANOPLUROS O PIOJOS
La infección de piojos puede contraerse, sobre todo en ambientes donde exista promiscuidad, hacinamiento y falta de higiene colectiva en los lugares comunes de convivencia. No quiere esto decir que alguien, perfectamente cuidadoso y hasta obsesivamente pendiente de su higiene personal, no pueda adquirir estos molestos parásitos en colegios, campamentos y otros colectivos que reúnan diversas personas de los más variados ambientes.
Entre los anopluros o sifunculados, vulgarmente conocidos como piojos, que son un tipo de insectos sin alas, podemos distinguir tres tipos principales:
El piojo de la cabeza, Pediculus humanus, subespecie capitis.
Piojo de los vestidos, Pediculus humanus, subespecie corporis.
Ladilla, Phtirus pubis.
La "infectación" por cualesquiera de estas especies se manifiesta después de haber transcurrido un período de "silencio" o latencia más o menos dilatado, que corresponde al tiempo de sensibilización de la persona parasitada. Los síntomas comunes en las tres especies comienzan por un fuerte picor en la zona afectada, no aliviado por el "rascado" instintivo con que reacciona el paciente, y que puede conllevar excoriaciones e incluso dermitis generalizadas.
Los piojos adultos de la cabeza y del cuerpo pueden observarse a simple vista como diminutas manchas de color blanco sucio que resaltan sobre la piel o el cabello de los individuos. Las formas jóvenes o "liendres" se confunden en la cabeza con partículas de caspa, siendo normal encontrarlas agrupadas en la llamada "piojera" o región próxima a la nuca.
Las ladillas o "piojos del pubis" se adquieren con frecuencia por contacto sexual con personas infectadas, pero también pueden contraerse al visitar "servicios públicos higiénicos", donde no se lleve a cabo una desinfección y limpieza esmerada con productos de lejía o zotal, por citar los más populares y económicos.
El tratamiento de la parasitosis de Anopluros o piojos, cualquiera que sea la especie, debe hacerse con productos específicos, jabones y champúes insecticidas aplicados sobre la piel húmeda hasta formar una capa de espuma que se mantendrá durante cinco minutos como mínimo para proceder después a un aclarado perfecto. Tres o cuatro aplicaciones espaciadas dos o tres días, suelen bastar para eliminar la "infección" (más propiamente "insectación").
Como medidas preventivas o precauciones higiénicas destinadas a erradicar los piojos o evitar su contagio, se puede lavar con agua muy caliente, casi hirviendo, la ropa de cama y prendas de vestir. Planchar al vapor la ropa interior y limpiar perfectamente sombreros y prendas de cabeza. Asimismo el cuidado del cabello en su caso o el rasurado de axilas y pubis, contra ladillas, suelen evitar las reinfecciones.
Se han descrito más de doscientas especies diferentes de piojos parásitos de animales mamíferos, además de las casi dos mil quinientas que afectan a las aves, si bien estas últimas pertenecen a otro orden de insectos distinto, los malófagos, muy próximos a los anopluros o sifunculados.
La importancia médica de los piojos reside no solamente en las lesiones directas que producen en sus hospedantes, sino también en su papel vector o transmisor de enfermedades, como el tifus exantemático y las fiebres recurrentes.