LA GRIPE Y SU VACUNACIÓN
La gripe es una enfermedad denominada "viriásica" por ser producida por cierto tipo de virus que hasta el año 1933 no pudieron ser aislados y cultivados, conociéndose en la actualidad tres tipos denominados A, B y C, los cuales producen formas de gripe, pero con distinta gravedad,
según el tipo desencadenante de la enfermedad.
La importancia de cada uno de estos tres tipos de virus es distinta; así el tipo "A" da lugar a episodios epidémicos e incluso pandémicos (se extiende por todo el mundo), mientras que el virus "B" se difunde mucho menos: generalmente se localiza en una región y es responsable de afecciones de menor gravedad. El tipo "C" es el peor conocido de todos y parece ser el principal responsable de las infecciones en los niños y adolescentes. Dada la variabilidad de estos tres tipos genéricos de virus gripales, el definir una "gripe típica" se hace difícil, por una parte, a causa de la igualdad que existe entre ciertos cuadros de gripe benigna y las enfermedades debidas a otros virus respiratorios que se dan con mucha frecuencia en el invierno, y, por otra parte, al hecho de que la gripe no cursa siempre de forma clásica y benigna, sino que puede dar lugar a cuadros complicados e incluso mortales. De cualquier forma, la gripe, aun cursando de forma que no produzca complicaciones en adultos jóvenes y sanos, dura aproximadamente una semana y deja como secuela una astenia (cansancio, dejadez, inapetencia) que persiste durante varias semanas. Por todo ello no se puede considerar una enfermedad benigna.
