INSUFICIENCIA RESPIRATORIA
La función esencial del aparato respiratorio consiste en garantizar que el intercambio pulmonar de gases sea adecuado; es decir, procurar unos niveles óptimos de O2, imprescindible para la vida celular, y permitir simultáneamente la correcta eliminación del CO2 producido por el metabolismo tisular. Para que este intercambio sea correcto es necesario que las funciones esenciales del aparato respiratorio, control de la ventilación, ventilación propiamente dicha, difusión alveolocapilar y perfusión sanguínea, se realicen de forma adecuada. Cualquier alteración en una o en varias de estas funciones origina inevitablemente el fallo en el intercambio pulmonar de gases, que provoca insuficiencia respiratoria. Ésta se define como el estado o situación en el que los valores en sangre arterial de la presión parcial de O2 (PaO2) están reducidos (hipoxemia, con exclusión de la hipoxemia secundaria a comunicaciones intracardíacas de derecha a izquierda) y/o los de la presión parcial de CO2 (PaCO2) están elevados (hipercapnia, con exclusión de la hipercapnia secundaria a alcalosis metabólica) y, más concretamente, como la existencia de una PaO2 inferior a 60 mmHg (8 kPa) y/o una PaCO2 igual o superior a 50 mmHg (6,7 kPa) (en reposo y al nivel del mar). Este concepto es biológico y depende exclusivamente del valor de los gases en sangre arterial. Por tanto, la insuficiencia respiratoria no es una enfermedad en sentido estricto, sino un trastorno funcional del aparato respiratorio provocado por una gran variedad de situaciones que, incluso, pueden afectar el parénquima pulmonar propiamente dicho (p. ej., en las intoxicaciones por sobredosis de sedantes y barbitúricos).
Los valores normales de PaO2 se sitúan entre 90 y 100 mmHg (12 y 13,3 kPa), con escasas variaciones [de aproximadamente ± 5 mmHg (0,7 kPa)], y tienden a reducirse a medida que avanza la edad [aunque nunca deben estar por debajo de 80 mmHg (10,7 kPa)]. Por el contrario, los valores de PaCO2 no varían con la edad y son de 40 ± 5 mmHg (5,3 ± 0,7 kPa).
Dado que el concepto de insuficiencia respiratoria se relaciona con el valor de la PaO2, es importante conocer todas las situaciones que pueden determinar valores incorrectos e inducir, por tanto, una interpretación errónea. Entre dichas situaciones merecen destacarse las siguientes: a) extracción de sangre no arterial (venosa); b) desconocimiento de la fracción inspiratoria de O2 (FiO2); c) contaminación de la muestra sanguínea por aire; d) leucocitosis superior a 50 ´ 109/L; e) temperatura del paciente; y finalmente, f) errores en la instrumentación de los aparatos de medición (calibración defectuosa, empleo incorrecto). Sin embargo, no siempre resulta fácil interpretar correctamente la alteración de los gases arteriales, en particular cuando el paciente se encuentra en condiciones críticas, ya que junto con los factores intrapulmonares que regulan el intercambio gaseoso existen otros, de origen extrapulmonar, que también influyen. La reducción de la ventilación global y/o del gasto cardíaco y/o el aumento del consumo de O2 tienden a minimizar el valor de la PaO2, independientemente del estado de los determinantes intrapulmonares, y, a la inversa, el aumento de las dos primeras variables extrapulmonares citadas y/o la reducción del consumo de O2 conducen a la optimización de la PaO2, cualquiera que sea el estado de los factores intrapulmonares.
Autor
R. Rodríguez-Roisin
Bibliografía especial
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