PREVENCIÓN DE TÉTANOS
El enorme deseo hoy día de disfrutar nuestro tiempo libre en trabajos manuales, sobre todo del campo, ha motivado una serie de lesiones o escoriaciones en manos y pies que dan fácil entrada a enfermedades infecciosas muy graves si no se toman las medidas profilácticas oportunas.
El disfrutar de nuestra segunda vivienda hace que realicemos trabajos de horticultura, trabajos para los cuales la mayoría de las personas que habitamos una ciudad no tenemos costumbre de realizar y muchas veces con desconocimiento absoluto de los peligros que entrañan.
La ampolla de la mano, por exceso de trabajo con la pala o el azadón, sin la protección adecuada de unos guantes; el pinchazo al trabajar con alambre de espino o el podar un rosal, el abonar nuestro jardín con estiércol o abono natural sin las debidas precauciones, pueden ser motivo de graves enfermedades que pongan en peligro nuestra vida.
A pesar de todos los adelantos científicos de la actualidad en la lucha contra las enfermedades infecciosas, la mortalidad causada por esta enfermedad, cuando se manifiesta, es del 50 por 100.
Aunque la enfermedad se encuentra difundida por todo el mundo, es específicamente en los países mediterráneos donde existe una mayor tasa de fallecimientos.
En los países fríos o de climas moderados es donde menos casos de tétanos se manifiestan, siendo los climas tropicales o subtropicales donde con más incidencia se presenta esta enfermedad.
En los países desarrollados, que cuentan con programas adecuados de vacunación antitetánica en la niñez, el problema del tétanos puede considerarse prácticamente eliminado.
Por el contrario, las altas cifras de mortalidad y de infección manifiesta de tétanos, se mantienen en aquellos países que no vacunan en la infancia.
En los países en los cuales las condiciones higiénicas relativas a los partos de la población joven, no son las adecuadas, las muertes por tétanos son superiores al 25 por 100, lo cual indica que hay un problema muy grave en la asistencia obstétrica y, por tanto, hay que establecer programas adecuados para evitar tétanos en estas circunstancias.
En los países en los cuales esto sucede, debería incluso realizarse la vacunación de las mujeres embarazadas para evitar el tétanos "neonatal" (de nacimiento).
En las zonas geográficas subdesarrolladas, el tétanos constituye en la actualidad un serio problema de salud pública, dada la gran incidencia y el enorme coste que conlleva su falta de prevención.
