PUERTA DE ENTRADA DEL TÉTANOS
Ante todo hemos de partir del hecho de que existan lesiones y heridas que desarrollan el tétanos más fácilmente que otras, debiendo considerar:
a) Lesiones externas: Heridas causantes de tétanos, o denominadas también "heridas tetanógenas", son especialmente las producidas por armas de fuego o pólvora (como los juegos pirotécnicos), las heridas penetrantes o profundas (clavos, herramientas campesinas punzantes), que generalmente están en contacto con ambientes contaminados por heces; en menor proporción las infecciones dentales, las lesiones de oído supurativas y en general todas aquellas heridas en las cuales pueden quedar depositados cuerpos extraños, como vidrios, trocitos de madera, metal o vegetal, etc.
Existen asimismo casos de tétanos declarados en los cuales no es posible encontrar la puerta de entrada, no existe herida o lesión externa que pueda ser causa de infección; en estos casos se piensa que el bacilo, huésped permanente en el intestino con motivo de ulceraciones o lesiones irritativas de él, pueden ser la puerta de entrada para que se difunda por el sistema nervioso.
Son estos casos de enfermedad declarada de tétanos sin foco de entrada los que refuerzan la necesidad de la prevención de esta enfermedad desde la niñez mediante vacunación activa.
Por lo dicho podemos deducir que cualquier herida que esté contaminada por tierra en zonas tetánicas, como tierras calcáreas y húmedas, contaminadas con excrementos de caballo, vaca, cerdo, carnero, hombre o en la herida se den las condiciones de anfractuosidad, contusión, etc., creando una atmósfera de anaerobios (falta de oxígeno) o con la asociación de otros gérmenes que consuman oxígeno, tienen las condiciones precisas para provocar la infección tetánica.