NORMAS GENERALES
Ante un accidente o un malestar repentino, el eventual testigo dispone a veces de poco tiempo para salvar una vida.
En esos breves momentos, debe ser capaz de valorar la situación, alertar o hacer que se alerte a los servicios de urgencias, garantizar la seguridad de las víctimas y de los socorristas y prestar los primeros auxilios a los accidentados.