SÍNDROMES PARANEOPLÁSICOS DE EXPRESIÓN CUTÁNEA
Aproximadamente del 7 al 15% de los cánceres causan síndromes paraneoplásicos, de expresión endocrina, neurológica, hematológica, reumática, renal o cutánea. Sin embargo, es difícil determinar si existe una asociación real entre una afección cutánea y una neoplasia interna. En 1976, Helen CURTH estableció los criterios para determinar una relación real entre la dermatosis y el proceso neoplásico: a) la dermatosis es poco común; b) coincide con una neoplasia interna específica; c) frecuentemente ambas enfermedades se observan juntas, y d) su inicio es simultáneo y su curso clínico paralelo.
Hay que tener en cuenta que la mayoría de las dermatosis que pueden interpretarse como signos de neoplasias internas pueden también aparecer independientemente o asociadas a procesos internos benignos. En consecuencia, el conocer la frecuencia con que la neoplasia acompaña a una dermatosis particular es una condición necesaria para evaluar apropiadamente a un paciente determinado. En este capítulo sólo consideraremos las dermatosis que se asocian a una neoplasia interna en más del 10% de los casos. Aun con este criterio restringido, en la mayoría de los casos no puede demostrarse una relación directa de causa-efecto con el tumor primario. Algunos cambios cutáneos pueden deberse a los efectos de factores circulantes humorales secretados por el tumor, como hormonas y factores de crecimiento o a interacciones antígeno-anticuerpo inducidas por el tumor, pero en la mayoría de los casos la fisiopatología es desconocida.
Los síndromes paraneoplásicos de expresión cutánea pueden constituir la presentación inicial de una enfermedad maligna y proporcionar una oportunidad para su detección precoz e inicio del tratamiento. De no reconocerlos, las lesiones cutáneas pueden ser incorrectamente identificadas como una dermatosis benigna o, por el contrario, imitar una enfermedad metastásica diseminada que descorazone al terapeuta. El diagnóstico diferencial de las dermatosis paraneoplásicas incluye dermatosis de causas benignas, reacciones tóxicas a quimioterapia o radiación, lesiones metastásicas, complicaciones infecciosas y efectos obstructivos o infiltrativos directos producidos por el tumor primario. En la imagen se indican las dermatosis paraneoplásicas más comunes y las neoplasias asociadas con mayor frecuencia.
Autor
J. Ma. de Moragas Viñas
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