CUADRO CLÍNICO
Los síntomas más frecuentes son tos no productiva y disnea de esfuerzo. En los casos que ocurren tras la inhalación de tóxicos o infecciones víricas pueden asociarse fiebre y dolor torácico. A diferencia de otras enfermedades obstructivas de la vía aérea, la bronquiolitis obliterante tiene una instauración relativamente corta, de pocos meses de evolución. La exploración física puede ser normal o bien característica de obstrucción bronquial, auscultándose una espiración alargada, roncus y sibilancias. En algunos casos también se ha descrito la presencia de estertores inspiratorios difusos.
En la radiografía de tórax el dato más característico es la insuflación pulmonar, que en algunos casos puede acompañarse de pequeñas opacidades difusas y refuerzo de la trama broncovascular, lo que indica la existencia de áreas focales de atelectasia e infiltrado peribronquiolar. El examen de la función respiratoria manifiesta una alteración ventilatoria obstructiva, con reducción del FEV1 y del cociente FEV1/FVC, que no suele revertir tras la administración de un broncodilatador. La FVC también puede estar reducida por la presencia de atrapamiento aéreo y, en ocasiones, por una alteración ventilatoria restrictiva debida a la presencia de zonas de atelectasia. En el lavado broncoalveolar se observa intensa neutrofilia, habitualmente superior al 50% de las células obtenidas.