ACCIDENTES EN ALTA MAR
El mareo, nadie puede considerarse inmune al mareo cuando se viaja a bordo de una nave en alta mar. Es común que la sensación de inestabilidad se asocie con un malestar general, trastornos gástricos, náuseas, vómitos y reducción del apetito.
La mejor prevención consiste en no permanecer nunca con el estómago vacío, sobre todo en el momento de embarcarse.
Una comida a base de alimentos sólidos evita los accesos de vómito con el estómago vacío, que son muy desagradables. Permanecer en la zona central del barco, donde el balanceo es menos intenso, también es una buena precaución.
Los medicamentos preventivos son bastante eficaces. Sin embargo, tienen numerosos efectos secundarios (somnolencia, boca seca, reflejos lentos, aturdimiento) y presentan algunas contraindicaciones.
Tras una larga permanencia en el mar se puede sufrir también mareo en tierra.
Los accidentes más frecuentes en embarcaciones de vela, afectan a los dedos y las manos: ampollas, astillas, llagas, heridas por aplastamiento, etc. El accidente más grave es el traumatismo craneal a consecuencia de un golpe o una caída durante una maniobra brusca: a bordo no faltan objetos contundentes. El golpe de la botavara (la barra horizontal en la que se sostiene la vela de cangrejo) en la cabeza es particularmente peligroso, porque a menudo provoca un traumatismo craneal que requiere el regreso inmediato al puerto más cercano.
El principal riesgo en embarcaciones de motor, se debe a la presencia de carburante, por lo que es necesario adoptar precauciones para evitar quemaduras e incendios.