PRECAUCIONES EN ALTA MAR
El agua almacenada en los depósitos especiales para este uso, debe renovarse en cada escala. Es aconsejable desinfectarla con las tabletas antisépticas que se comercializan con este fin, ya que la calidad del agua en los puertos no siempre está garantizada. El agua contenida en los depósitos debe utilizarse para lavar; para beber es aconsejable proveerse de agua mineral o llenar bidones de fuentes de agua potable.
Los alimentos frescos deben conservarse preferentemente en el frigorífico y no en la fresquera; si ello no es posible, deben conservarse sólo hasta la siguiente escala.
La costumbre de echar al mar el contenido de los depósitos de los aseos es criticable en mar abierto y está formalmente prohibida en los puertos. Por ello, es preferible equipar la embarcación con una instalación para el tratamiento químico de la materia fecal.
La sal impregna las prendas de vestir y favorece la aparición de lesiones que pueden infectarse. La mejor precaución es el aclarado diario de las prendas con agua dulce, aunque no sea potable.
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