PANICULITIS POR ENFERMEDAD PANCREÁTICA
La necrosis grasa nodular (paniculitis sistémica nodular) es una entidad poco frecuente que suele asociarse a enfermedad pancreática (pancreatitis o adenocarcinoma acinoso) y se caracteriza por erupciones recidivantes de grupos de nódulos subcutáneos, eritematosos y dolorosos. Se cree que la necrosis grasa es imputable a la liberación de enzimas pancreáticas, sobre todo lipasa, que actuaría sobre los tejidos grasos periféricos hidrolizando las grasas neutras en ácidos grasos y glicerina. Junto con la erupción nodular puede registrarse un incremento brusco de los niveles de lipasa y amilasa séricas. El adenocarcinoma acinoso pancreático tiene una gran actividad secretora, produciendo cantidades considerables de lipasa, lo que explicaría la asociación de la necrosis grasa con este tumor.
Los nódulos subcutáneos, de características inflamatorias y coloración rojizo-violácea, aparecen en las piernas, especialmente en la región supramaleolar interna. Su tamaño oscila entre algunos milímetros y varios centímetros; son móviles, no fistulizan y suelen remitir en 2 o 3 semanas dejando una cicatriz hiperpigmentada, ligeramente deprimida. El cuadro se acompaña de fiebre, que no responde al tratamiento con antibióticos, leucocitosis, eosinofilia, elevación de la VSG y poliserositis con artralgias.
Algunos pacientes experimentan formas más graves de paniculitis nodular con necrosis grasa en otros territorios (pulmón, médula ósea). En tal caso los nódulos subcutáneos pueden extenderse a regiones diversas, aunque nunca se ha descrito la afección facial. Algunos nódulos de gran tamaño son extraordinariamente dolorosos y acaban en absceso, dando salida a un exudado cremoso-blanquecino. A veces se forman grandes placas fluctuantes compuestas por la coalescencia de varios nódulos individuales que drenan a través de múltiples orificios. Cuando la tumoración pancreática se acompaña de signos de pancreatitis, los niveles séricos de amilasa y lipasa se hallan elevados.
Histológicamente la paniculitis afecta los lóbulos grasos, con los adipocitos conservando la membrana celular con citoplasma basófilo (células fantasma), infiltración polinuclear y saponificación grasa en la periferia del lóbulo.