EVOLUCIÓN Y PRONÓSTICO
Evolución y pronóstico. El pronóstico de los pacientes con EPOC depende fundamentalmente del grado de obstrucción al flujo aéreo y del abandono del consumo de tabaco. En los pacientes con FEV1 superior al 50% del valor de referencia, el porcentaje de supervivencia a los 5 años es superior al 75%. Por el contrario, en los pacientes con FEV1 inferior a 1 L (aproximadamente, el 30% del valor de referencia) la supervivencia a los 5 años es inferior al 50%. Los pacientes que abandonan el hábito tabáquico consiguen enlentecer el empeoramiento de la función pulmonar. Por el contrario, si continúan fumando, la pérdida funcional sigue el curso acelerado que ha llevado al desarrollo de la enfermedad. Otros factores que inciden negativamente en el pronóstico son la hipoxemia, la hipercapnia, la hipertensión pulmonar, el cor pulmonale y la malnutrición.
La evolución de la EPOC se caracteriza por un curso lento, en el que pueden sobrevenir episodios de exacerbación con desarrollo de insuficiencia respiratoria, habitualmente acompañada de hipercapnia. Estos episodios pueden ser graves, y llegar a comprometer la vida del paciente, y constituyen una emergencia médica frecuente. Habitualmente, las exacerbaciones de la EPOC son desencadenadas por alguno de los factores señalados en la tabla lateral. La clínica se caracteriza por el aumento de la disnea, que llega a ser de mínimos esfuerzos o de reposo. El precedente más común es el cambio en las características de la expectoración que sugiere infección bronquial, aunque también debe interrogarse acerca de cambios en la medicación habitual o síntomas de insuficiencia cardíaca. En la exploración física destaca la presencia de cianosis, taquipnea, empleo de la musculatura respiratoria accesoria y signos de broncospasmo. Debe prestarse especial atención a los signos neurológicos de insuficiencia respiratoria, que consisten en agitación, estado confusional, flapping tremor, letargia o coma, así como a los signos indicativos del fracaso inminente de la musculatura ventilatoria (respiración paradójica, signo de Hoover o alternancia respiratoria). En la gasometría arterial suele existir hipoxemia grave, hipercapnia y acidosis. Otros exámenes que contribuyen a caracterizar el cuadro son la radiografía de tórax, el ECG y los exámenes hematológico y bioquímico básicos. Los episodios de exacerbación deben ser reconocidos y caracterizados lo más rápidamente posible, con el objeto de instaurar las medidas terapéuticas adecuadas y decidir si procede el ingreso en una unidad de cuidados intensivos.
Otras enfermedades que pueden complicar el curso evolutivo de la EPOC son el cor pulmonale, los episodios de apneas durante el sueño (síndrome overlap) o de desaturación nocturna de la oxihemoglobina, el neumotórax y las bullas gigantes.