DECISIÓN MÉDICA
Desde el punto de vista intelectual, el proceso diagnóstico puede considerarse como un proceso de decisión, que tiene unos rasgos comunes, independientemente de que se trate de una decisión política, médica o de otro tipo. Así, tradicionalmente el médico procede a lo largo de varias etapas, como la adquisición de datos, la anamnesis y la exploración. Genera hipótesis diagnósticas, interpreta los hallazgos clínicos y evalúa las hipótesis para concluir un diagnóstico. En el análisis de la decisión se diferencia entre decisión clínica y juicio clínico. Se considera la decisión como un proceso intelectual formalizable (es decir, expresable en un lenguaje preciso de semántica unívoca), que lleva a una elección entre varias posibilidades y que, como ya se ha indicado, es común a varias situaciones.
En la práctica cotidiana no se formaliza el proceso de decisión, pero el hacerlo y dejar constancia de los pasos efectuados facilitaría el análisis de los datos clínicos y tendría otras muchas ventajas. Hay varias maneras de formalizar el proceso de la decisión y una de las que ha adquirido mayor popularidad es la de los árboles de decisión. Esquemáticamente, un árbol de decisión se origina en un "tronco" que simboliza la situación de partida del problema. Del tronco parten dos o más ramas que se bifurcan en sucesivas ocasiones hasta alcanzar todo el abanico de evoluciones o resultados posibles para el caso en cuestión