CUADRO CLÍNICO
Las bullas que aparecen en pulmones normales pueden tener un curso asintomático y ser detectadas de forma casual en un examen radiográfico. Algunas bullas permanecen estables durante años, mientras que otras aumentan progresivamente de tamaño. Los pacientes con bullas de gran tamaño pueden presentar disnea. Si existe enfisema subyacente, la sintomatología será la propia de la EPOC, pudiendo estar más comprometida la función pulmonar por el efecto compresivo de la bulla. La exploración física puede ser normal o revelar una disminución localizada del murmullo vesicular. En el examen radiográfico, la imagen característica consiste en una zona avascularizada, bien delimitada por sombras lineales que marcan las paredes de la bulla (ver imagen superior). Estas imágenes son más evidentes en las radiografías efectuadas en espiración, dado que el aire atrapado en el interior de las bullas resalta sus características. Las estructuras vasculares adyacentes pueden estar comprimidas o desplazadas. La TC permite delimitar mejor las bullas y, al mismo tiempo, evaluar el parénquima subyacente, donde puede poner de manifiesto signos de enfisema.
El estudio de la función respiratoria es de utilidad en la valoración del efecto de la bulla sobre el parénquima pulmonar y en la detección de enfisema subyacente. Las bullas en pacientes con pulmones normales ocasionan poca alteración funcional, comportándose sólo como una lesión ocupante de espacio. Si la bulla no tiene comunicación bronquial, los volúmenes pulmonares medidos por pletismografía serán superiores a los medidos por dilución de helio. La diferencia entre ambas mediciones es atribuible al aire contenido en el interior de la bulla. En las bullas asociadas a la EPOC, el estudio funcional pondrá de manifiesto una obstrucción al flujo aéreo y las alteraciones características producidas por el enfisema: disminución de la DLCO, cambios en la curva de presión-volumen e hipoxemia durante el esfuerzo.
Los estudios gammagráfico y angiográfico son útiles para valorar la perfusión o vascularización de las bullas y el efecto compresivo que éstas ejercen sobre el parénquima adyacente (ver imagen superior).
Las complicaciones que pueden presentarse son infección, neumotórax y hemorragia. La infección y la hemorragia de las bullas dan una imagen radiológica de cavidad de paredes finas con nivel hidroaéreo.