PREVENCIÓN DE LA AMEBIASIS
Las medidas profilácticas, preventivas, destinadas a luchar contra la amebiasis han de fundamentarse en medidas higiénicas respecto al agua para bebida, los alimentos y utensilios "de comedor". En los niños pequeños residentes habituales o permanentes en zonas de amebiasis endémica habrá que extremar las precauciones en los objetos que los infantes puedan llevarse a la boca.
Habrá de hervirse el agua potable, así como las verduras regadas con aguas fecales o de procedencia sospechosa.
Recordemos, otra vez, que para acabar con la amebiasis no es suficiente la coloración del agua, y la destrucción del protozoo sólo se realiza con temperaturas uniformes superiores a los 55º C.
Las ropas personales del enfermo, sábanas, toallas y prendas interiores deben lavarse con agua muy caliente 70 u 80 º C para prevenir un posible contagio indirecto.
No existen vacunas contra esta parasitosis y la única profilaxis química, además de extremar la higiene, que puede aconsejarse a los viajeros de países en los que exista el peligro de amebiasis, consiste en la administración por vía oral de preparados sulfamídicos durante veinte días y siempre previa prescripción de su médico.