OTRAS LESIONES ACOMPAÑADAS DE INOCULACIÓN DE TÓXICOS
Tanto los "aguijonazos" propinados por ciertas "rayas", peces planos cartilaginosos, que descansan semienterrados entre los fondos arenosos y se defienden del bañista que inadvertidamente los pisa, como las espinas venenosas de los escorpénidos, peces araña o peces escorpión, tienen importancia muy variable, dentro de cierta gravedad, para la víctima.
El acúleo de las rayas que llevan en la cola suele dispararse ante el bañista que pisa el disco semienterrado y, por lo tanto, las lesiones se localizan en un alto porcentaje de casos en el pie o la pierna. La punta del aguijón, con forma de flecha, está protegida por una especie de envoltura que se rompe con el golpe o al tratar de extraer el dardo, depositando el veneno en los tejidos, lo cual da lugar a dolor inmediato agudo y punzante que aumenta paulatinamente, acabando por extenderse a toda la pierna.
Si la cantidad de veneno es grande, la víctima puede experimentar debilidad, nauseas, vómitos, trastornos cardiovasculares y respiratorios. Como medidas de primeros auxilios ha de recordarse lo siguiente:
1.º Aplicar agua fría o hielo en la parte afectada para favorecer una vasoconstricción impidiendo la rápida difusión del veneno.
2.º Extraer la envoltura del aguijón lo más cuidadosa y rápidamente posible.
3.º Introducir el miembro afectado en agua caliente, tanto como pueda soportar el herido, pues el choque térmico (primero frío, después calor) inactiva muchas de las toxinas más frecuentes al destruir las proteínas responsables de la reacción anafiláctica.
Vencido el dolor intenso, con las medidas descritas hay que proceder al inmediato traslado de la víctima al centro hospitalario más cercano para que se realicen los exámenes pertinentes.
Los peces escorpión (familia Escorpénidos) están considerados por muchos científicos entre los más peligrosos, pues sus espinas tienen tóxicos muy violentos para ciertas personas, mientras que en otras solamente causan molestias menos graves. El tratamiento aconsejable es parecido al descrito para el caso anterior, pero insistiendo en que el herido será mejor diagnosticado y tratado en un centro médico cercano al lugar del accidente.
Respecto a las "picaduras" causadas por los conos (moluscos gasterópodos de bellísima caracola) no hemos encontrado datos fiables sobre su posible neutralización y sí registros dudosos sobre muertes de recolectores de conchas imputables a estos animalitos. En caso de accidente lo más prudente parece la realización de un torniquete (cuando esto sea posible), aislando el miembro afectado y la visita inmediata al centro de urgencia médica más próximo.