MEDIDAS PROFILÁCTICAS, PREVENTIVAS Y CURATIVAS
Dado el carácter esencialmente familiar de esta parasitosis, tras un tratamiento curativo con vermífugos, piperazinas o terramicinas hay que seguir una serie de normas de higiene básica:
1.° Asegurarnos de que no existan portadores entre los miembros de la familia, el campamento, etc., y si se manifiestan, tratar todo el colectivo con los fármacos precisos. Esto parece obligado en campamentos, colegios, pensiones, residencias juveniles, etc.
2.º Efectuar cuidadosos lavados de manos antes de comer y después de realizar alguna función fisiológica excretora. Agua abundante, jabón y el inevitable cepillo de uñas aseguran la eliminación de eventuales depósitos de huevos subungueales tras un "rascado reflejo".
3.º Evitar que los niños se lleven las manos a la boca, en especial durante la noche, después de frotarse las zonas perianales. Deben usarse pijamas con pantalones o prendas cerradas y en último extremo colocar guantes que no puedan quitarse.
4.° Cambiar diariamente las prendas íntimas y ropa de cama, que habrán de lavarse con agua de lejía y plancharse a la máxima temperatura permitida por el tejido.
5.º Después de una "severa infectación" familiar resulta recomendable limpiar las habitaciones del hogar con aspiradora y fregar los suelos con agua de lejía.