MEDIDAS PREVENTIVAS O TOMADAS ANTES Y DURANTE EL VIAJE
La preparación de la excursión o la aventura, así como el desarrollo de la misma, conlleva para los viajeros una serie de precauciones respecto a la prevención de ciertas afecciones y enfermedades que, además de las vacunaciones pertinentes cuando no están contraindicadas, suponen el mantenimiento de unas medidas profilácticas más o menos estrictas y obligadas.
Durante el examen médico que realicemos en cuanto regresamos a casa, hay que advertir al facultativo sobre la observación o no de las medidas preventivas antipalúdicas y la quimioprofilaxis (medicación administrada) empleada. También deben ser enumeradas, en su caso, las medicaciones recibidas contra otro tipo de enfermedades exóticas o no.
La forma de vida y el tipo de integración con el medio que se hayan llevado a cabo durante las vacaciones en lugares lejanos, tienen asimismo una importancia decisiva para poder conocer y valorar los riesgos sufridos. A tal objeto ha de informarse al médico si la permanencia transcurrió en zonas urbanas y hoteles modernos o, por el contrario, en lugares silvestres, rurales y en contacto con los indígenas.
Los alimentos y bebidas consumidos: verduras y hortalizas guisadas o en ensalada, carnes y pescados ingeridos, así como si se prepararon en grandes restaurantes o en cocinas populares, deberán ser conocidos por el médico a nuestra vuelta.
Por último, ha de elaborarse un informe resumido respecto a otros aspectos de la estancia: excursiones realizadas paseos en orillas de ríos con los pies descalzos, baños en zonas no controladas por las autoridades sanitarias respectivas, etc.