LUGAR DE LA PICADURA
Es el otro factor prioritariamente condicionante de la peligrosidad del accidente. En efecto, la inoculación del veneno en zonas epidérmicas poco vascularizadas puede producir una hinchazón localizada, seguida por la aparición de una corona circular enrojecida alrededor de la picadura con las subsiguientes molestias de dolor y sensación de picor o quemadura. Si el aguijón interesa una vena, el cuadro externo de la zona lesionada es casi inapreciable, pero las manifestaciones del paciente son de tipo generalizado y producen un cuadro mucho más preocupante: sudoración, asfixia parcial o total, pérdida de la consciencia, náuseas, vómitos y mareos.
La mayor gravedad en individuos, en principio no sensibilizados excesivamente respecto al veneno de los himenópteros, que son picados por estos insectos, sucede en lesiones internas bucofaríngeas. Aunque parezca difícil, resulta ciertamente frecuente la ingestión involuntaria de una avispa o similar cuando se consume algún fruto recogido de un árbol en el campo o de una cesta de provisiones que se ha dejado sobre una pradera al aire libre. También puede suceder un accidente similar al beber de un recipiente que haya permanecido también a "pleno aire". Si esto ocurre ha de trasladar al herido a la instalación sanitaria mas próxima, mientras se le atiende por personal especializado, hasta llegar al hospital o centro médico pertinente.
Cualquier persona que haya sufrido una o varias picaduras en la zona facial anterior: alrededores de los ojos, nariz, labios, boca y barbilla, será sometida a tratamiento y observación médica por un lapso de tiempo no inferior a doce o veinticuatro horas, según los casos, aunque no haya presentado nunca síntomas de hipersensibilidad alérgica.
Las picaduras en las regiones indicadas, en especial el llamado por el vulgo "triángulo de la muerte", que tiene su vértice superior en el entrecejo y cuya base coincide con la parte interna de la barbilla, pueden dar lugar, incluso en personas "inmunes al veneno de los insectos" o aparentemente insensibles, a manifestaciones dermatosas muy peligrosas, edemas oculares, labiales o bucofaríngeos que pongan en grave riesgo la vida del paciente, dificultando la función respiratoria.
La reacción producida por la picadura producirá un edema, una hinchazón y las lógicas molestias agravadas por la región afectada, mayor en las zonas sensibles antes descritas. La gravedad en este caso, hemos de insistir, dependerá de la localización anatómica del punto "tocado". Cuando ésta se produce en un ojo, por ejemplo, la hinchazón, el edema, provocará una inflamación que puede llegar a comprimir partes fundamentales de los órganos oculares, de los ojos, como el iris o el cristalino, por lo que deberemos acudir inmediatamente a un especialista, que es quien decidirá la terapia a seguir.
