LESIONES ESPECÍFICAS
Los síntomas varían en función de la medusa causante (especie nociva), así como de la cantidad de "veneno" recibido y en algunos casos de la sensibilización del sujeto a la toxina, ya que el organismo reacciona "fabricando" un antiveneno de propiedades sensibilizadoras (como en las reacciones alérgicas más comunes).
Como síntomas menos graves se citan enrojecimiento dérmico localizado, congestión facial, Iagrimeo, tos, estornudos, etc.
Cuando el contacto ha sido mayor o más reiterado, la zona lesionada se torna eritematosa, enrojecida y con abundantes ampollas: el dolor es muy agudo, ardiente y generalmente circunscrito a la región dañada.
Pueden presentarse problemas respiratorios, en forma de ataque asmático, que suelen durar alrededor de treinta minutos. Se evidencia palidez de la víctima, debilidad, nerviosismo, escalofríos, náuseas, vómitos, calambres musculares, etc. En función de la gravedad del cuadro, la aplicación de los primeros auxilios puede aliviar el dolor y disminuir los síntomas que llevan al shock.