LA ENFERMEDAD EN EL HOMBRE
El destino del "huevo" de tenia equinococo, cuando es ingerido por el ser humano, es el camino de la larva liberada en el estómago hacia el intestino delgado, desde donde pasa al torrente circulatorio para distribuirse por todo el organismo.
En el hombre la localización de los quistes suele operarse a nivel del hígado (60 por 100 de los casos) en el pulmón (20 por 100 de casos) y otras vísceras vitales: riñones, bazo, corazón y cerebro.
Tanto en los animales hervíboros como en el ser humano, Echinococcus granulosus queda enquistado en esas partes vitales, en las vísceras sin desarrollarse al estado adulto. Cuando el perro come vísceras de ganado, residuos de matadero, con quistes de "tenia", permite el desarrollo total del parásito, que, sin embargo, en el can sólo produce una parasitosis intestinal menos grave, al menos en la mayoría de los casos.