ELECCIÓN DE MEDICAMENTOS
El fármaco más empleado en la fase aguda de la angina de pecho es, sin duda, la nitroglicerina, que alivia el dolor intenso en el transcurso de breves instantes (menos de un minuto), aunque su acción sea momentánea (unos pocos segundos). Esta sustancia provoca el descenso de la presión arterial y, además, hace disminuir la fuerza de inyección del músculo cardiaco. Aminora el trabajo del corazón y, como consecuencia, el consumo de oxígeno, causa y fundamento del dolor de la angina de pecho.
Además de la nitroglicerina se utilizan el nitrito de amilo (de resultados similares) y la metamina y nitrito sódico, estos dos últimos con efectos más lentos, pero de mayor duración y no específicos para el ataque anginoso agudo.
Los preparados a base de nitroglicerina se inactivan por la acción de la humedad, la luz, el calor, el aire libre y el tiempo transcurrido desde su preparación (caducidad). Por ello es preciso tener en cuenta determinadas recomendaciones que nos aseguren la efectividad de la medicina:
1. El paciente no debe llevar consigo más comprimidos que los necesarios para un eventual consumo diario. Durante viajes el lapso de seguridad permite almacenar comprimidos para quince días.
2. Las pastillas deben guardarse en un frasco oscuro que impida la acción de la luz sobre el medicamento.
3. El recipiente ha de estar aislado del contacto con el cuerpo, pues el propio calor irradiado puede alterar la droga.
4. Nunca debe guardarse el medicamento en cajitas metálicas -pastilleros- ya que al ser los metales buenos conductores, por regla general, facilitan los cambios de temperatura que degradan la nitroglicerina farmacológica.
5. El medicamento, en frasco de vidrio oscuro, no debe tener algodón bajo el tapón para resguardar la pastilla de la humedad o de los golpes, ya que en ocasiones la extrema urgencia del ataque hace que no se extraiga cómodamente el algodón, se acentúe el nerviosismo del paciente e incluso se caiga al suelo o llegue tarde la pastilla salvadora.
6. Los remanentes del medicamento se guardarán en el domicilio del enfermo en lugar fresco y seco, dentro de su envase original, bien tapado, y en el frigorífico, si bien hay que tener la precaución de que las pastillas que vayan a ser consumidas se "ambienten" paulatinamente antes de guardarlas en el frasco "personal", lo que evitará condensaciones indeseables.
7. Si todos los medicamentos tienen un cierto período de duración y una fecha de caducidad, la sensibilidad de la nitroglicerina a los agentes atmosféricos y físicos hace que deba respetarse escrupulosamente la fecha tope indicada en cada envase, y como mínimo se renueve el stock casero dos veces al año; cada seis meses ha de comprarse un nuevo frasco en la farmacia.
8. No es infrecuente que la administración reiterada de la nitroglicerina pueda producir dolores de cabeza. Por ello hay que ajustar la dosis a cada paciente en evitación de esos "efectos secundarios".
