EFECTOS DEL ALCOHOL Y LAS DROGAS EN EL MANEJO DEL AUTOMÓVIL
La presencia de alcohol en sangre, con niveles variables según la persona, crea una alteración mental que deteriora la capacidad de conducir, llegando a producir una total pérdida de facultades.
El estudio de las causas de accidentes da como resultado ciertas coincidencias:
1.ª El 20 por 100 de los accidentes en carretera se debe a la presencia de tasas altas de alcohol en la sangre del conductor por haber bebido sin moderación.
2.ª El 35 por 100 de accidentes nocturnos en las ciudades y sus alrededores permite evidenciar alcohol en cantidades altamente significativas dentro del organismo de los implicados.
3.ª Cuando el alcohol se asocia con drogas, el porcentaje de accidentes se llega a elevar hasta el 90 por 100.
Hay que tener presente que cifras de alcohol en sangre superiores a 0,8 gramos por mil, y en algunas circunstancias aún menores, pueden ser motivo de sanción en virtud de las legislaciones de diferentes países.
La conducción por toxicómanos está totalmente prohibida, así como la que efectúan personas no adictas que esporádicamente se hayan drogado de forma voluntaria o accidental.
Hay ciertos medicamentos que se ingieren para estimular las condiciones psicofísicas de personas muy cansadas por el trabajo habitual. A veces, por el deseo de adelantar las vacaciones, el "puente" o el fin de semana, se hace uso de estimulantes a fin de obviar el descanso.
Con este tipo de compuestos desaparece en apariencia la fatiga, se produce una sensación ficticia de euforia y se inicia un viaje fatigante con peligros suplementarios.
Como todas las drogas, las anfetaminas crean hábito y tras un primer efecto antidepresivo aparece fatiga, irritabilidad y cansancio que distraen la atención y pueden inducir a la ingestión de mayores dosis que "mantengan la forma".
Cuando se habla de fatiga se piensa casi siempre en el cansancio muscular y en el sueño, pero también hay que considerar la fatiga auditiva, visual, articular, etc., como "cansancios", cuyo único remedio es el reposo. Si este fenómeno de fatiga se produce durante el manejo del automóvil es recomendable efectuar descansos cada vez más frecuentes según aumenten las horas pasadas al volante.
