DAÑOS PRODUCIDOS POR CORALES Y ERIZOS DE MAR
Aunque este tipo de lesiones resulten más infrecuentes todavía que las producidas por medusas, los rasguños que se pueden recibir tienen muchas probabilidades de convertirse en úlceras de difícil solución y engorroso tratamiento. Las reacciones inmediatas a los tóxicos coralinos son el enrojecimiento de los bordes y la sensación de picazón o quemadura alrededor de la herida. La aplicación inmediata de yodo al 20 por 100 previene posteriores dificultades.
La herida se levará formalmente con una gasa gruesa, agua y jabón y más tarde con agua oxigenada que elimine los restos de pólipos coralinos y eventuales bacterias. Una pomada o crema de Tetraciclina (Terramicina tópica) facilita la cicatrización de la herida, que preferiblemente se dejará al descubierto.
Los pinchazos con las púas de equinodermos, "erizos de mar" son más frecuentes en la planta del pie y miembros inferiores, aunque los niños y personas jóvenes que juguetean entre las olas de la orilla pueden sufrir la lesión en las palmas de las manos y otros zonas del cuerpo. La extracción de estas "espinas" ha de ser realizada por personal especializado y con instrumental adecuado.
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