¿CUANDO DEBEN USARSE VOMITIVOS?
Está indicado el uso de vomitivos cuando el tóxico ha sido ingerido, o bien siempre que por haber acudido precozmente al auxilio de la víctima consideremos que eliminando el contenido gástrico eliminaremos todo o gran parte del veneno.
Es por otra parte muy importante el considerar que no debemos dar vomitivos en los siguientes casos:
a) Cuando el tóxico ingerido hace que el enfermo vomite mucho.
b) Cuando la víctima se encuentra en coma o shock profundo, porque en estos casos cualquier líquido que se haga ingerir puede pasar a las vías respiratorias, obstruyéndolas.
c) Cuando el tóxico ingerido provoca un cuadro de convulsiones, con lo cual las maniobras nuestras pueden aumentar la crisis convulsiva.
d) Cuando sabemos que el veneno tomado es del tipo de los corrosivos, con lo cual el dar un vomitivo, al aumentar las contracciones gástricas, puede motivar una perforación o hemorragia masiva de la mucosa gástrica, muy irritada por el tóxico.
¿Cómo podemos provocar el vómito? Existen varias formas de provocar el vómito, siendo la más sencilla y útil, por no precisar ningún instrumento, el tocar o "tilitación" de la úvula o campanilla. Con nuestro dedo índice, o bien con un lápiz o pluma, el mero hecho de tocar la campanilla estimula el reflejo del vómito de forma instantánea, dando salida al contenido gástrico. Pero aun cuando el enfermo vomite, y gran cantidad incluso, se debe administrar seguidamente uno de los mejores "eméticos conocidos", el agua salada (dos o tres cucharaditas de las de café en un vaso de agua templada); tiene además la ventaja de producir un cierre absoluto de la salida del estómago (píloro), con lo cual evitamos la salida del tóxico ingerido al intestino. La administración del "agua salada" se repetirá tantas veces como sea necesario, hasta que el agua vomitada sea limpia durante un par de minutos. Existen otros vomitivos, pero son productos que deben manejarse bajo control médico por los efectos desagradables que pueden surgir al no hacer un manejo correcto de ellos.
"El lavado gástrico": Lógicamente es una técnica de auxilio hospitalario, dado que no es corriente que un botiquín de campamento fijo suela tener las "sondas" necesarias para realizar la técnica; pero es necesario que en aquellos lugares alejados de centros médicos, y en los cuales se manejan productos tóxicos, como insecticidas, herbicidas, pesticidas, o sea, plantaciones agrícolas grandes y con uso de estos productos, el botiquín y la persona encargada de él tenga conocimiento de la técnica y material adecuado para resolver problemas de esta categoría.
"Tratamiento sintomático": Aparte de eliminar el veneno, y habiendo usado ya los distintos antídotos, hay veces que será indispensable el tratamiento de los síntomas principales que presente la víctima.
Así, tenemos:
"El vómito": En principio es nuestro aliado para eliminar el tóxico; debe respetarse. Más tarde debe cortarse y se corregirá chupando trocitos de hielo o bien tomando una bebida que contenga gas carbónico y esté muy fría.
"Los dolores abdominales" (retortijones): Muy molestos y dolorosos, pueden aliviarse con preparados del tipo de Nolotil inyectable o supositorios, siempre que no haya diarrea.
"Diarreas": Los astringentes, que no pueden faltar en el botiquín, sobre todo los que lleven en su fórmula preparados de opio, que paralizan el movimiento intestinal y al mismo tiempo calman el dolor. De los más usados y eficaces tenemos Salvacolina comprimidos.
"Colapso": Síntoma premonitorio del shock, por falta de oxígeno a nivel cerebral, se tratará de forma general, poniendo al enfermo con la cabeza más baja que las piernas y boca arriba, para facilitar al máximo el riego cerebral.
"Asfixia": Ante todo asegurarnos de la buena permeabilidad de las vías respiratorias, pues de haber obstrucción debemos proceder a dejarlas expeditas, o bien a practicar las medidas de reanimación pertinentes: respiración artificial "boca a boca".
"Fallo cardiaco": Acompaña normalmente al síndrome de asfixia, cuando no se puede resolver de forma inmediata. La combinación de la respiración artificial y el masaje cardiaco es lo indicado ante toda víctima con síntomas de shock cardiorrespiratorio, cualquiera que sea la causa.
El promover el traslado de la víctima al centro médico más inmediato será el punto final de nuestra actuación.
