AHOGAMIENTO POR AGUA DULCE
Es fundamental saber que el agua dulce es "hipotónica" (es decir, tiene poca presión hidrostática), con lo cual puede atravesar una serie de membranas o paredes e introducirse en lo más recóndito de los pulmones, Ios alvéolos y capilares (los más pequeños vasos sanguíneos de nuestro organismo), provocando la dilución de la sangre. Ello hace que aumente el volumen de sangre (hipervolemia) y que esta entrada de agua en el torrente sanguíneo produzca la muerte de los glóbulos rojos o hematíes.
El ahogado que no lleva mucho tiempo en el agua, es decir, el denominado "reanimable", no tiene más allá de 500 a 1.200 ml. de agua en los pulmones, ocasionando únicamente alteraciones que desaparecen rápidamente del sistema circulatorio de la sangre, pero no ocurre lo mismo a nivel de los pulmones.
El contacto del agua dulce con los alveolos (celdillas pulmonares) deteriora "el tapizado" de estos elementos, con la consiguiente alteración de la ventilación, Io que da lugar a una falta de oxígeno grave que desencadenará un proceso metabólico. Las lesiones de los alvéolos pulmonares propician la iniciación de un "edema agudo de pulmón", complicación muy grave y que agrava el trastorno respiratorio.