PREVENCIÓN Y CURA
La rabia: es una enfermedad vírica, transmitida por todos los mamíferos, incluidos los murciélagos, que ataca al sistema nervioso. Su incubación es larga, incluso de varios meses y la enfermedad tiene una evolución fatal después de haberse manifestado.
Los principales síntomas iniciales son una modificación del humor o del comportamiento, así como una particular fobia del agua (de ahí que se conozca como hidrofobia). La vacunación preventiva es la única forma de defensa conocida.
Prevención:
1.- No adiestre a sus animales para morder.
2.- Vacúnelos contra la rabia.
3.- Mantenga al día su vacunación antitetánica.
4.- Muestre siempre las mordeduras al médico.
Curas:
La herida debe lavarse con agua y jabón. A continuación hay que aplicar un antiséptico incoloro y cubrirla con una gasa fijada mediante una venda, para seguidamente acudir lo antes posible a un médico. Se tiene que indicar al facultativo las vacunaciones personales y a ser posible, también las del animal, por lo que conviene llevar la documentación precisa.
Si la víctima no ha recibido la vacunación antitetánica, o no se sabe si está al día, el médico aplica la vacuna y procede a una inyección de gammaglobulinas específicas para prevenir el tétanos; en los demás casos, pone una simple vacuna de recuerdo. Además, prescribe antibióticos por vía oral. La herida deberá curarse regularmente hasta su completa cicatrización.
Cuando el animal no ha sido vacunado contra la rabia, será mantenido en observación por un veterinario. Si se cree que el animal puede padecer la enfermedad o ha huido (animal salvaje, perro vagabundo), el herido debe vacunarse contra la rabia.