VACUNACIONES


VACUNACIONESHoy en día, existen diversas medidas preventivas que contribuyen a una mejor salud. Las técnicas de inmunización mediante las vacunas es una de ellas. La mayor parte de la drástica disminución de la mortalidad infantil ha tenido lugar en los últimos cincuenta años, debido a la introducción de las vacunas contra diversas enfermedades infecciosas graves, como la polio, la difteria, la tosferina y el sarampión. La reciente disminución en la proporción de niños vacunados contra la tosferina ha llevado a un notable aumento en el número de casos. Muchos de los niños afectados han tardado mucho en curarse, y algunos de ellos han llegado a morir.

Las técnicas de inmunización hacen que el organismo desarrolle defensas frente a una infección específica. Esto se consigue administrando un agente infeccioso vivo, pero modificado, para que se produzca una levísima infección, o bien inyectando microorganismos muertos o sus productos. Una vez adminitrado estos preparados, producen en la persona una inmunidad frente a la enfermedad de que se trate, previniendo, de este modo, la transmisión de la infección. Todos los niños sanos deben ser vacunados contra todas la infecciones más frecuentes con el fin de evitar que contraigan enfermedades evitables y que a veces pueden ser muy serias.
Algunas enfermedades infecciosas tienen un período latente, llamado de incubación, entre el momento en que el microorganismo invade el cuerpo por primera vez y el momento en que se manifiestan los primeros síntomas. El período de cuarentena, por su parte, es el tiempo durante el cual una persona con una determinada infección es capaz de transmitirla a otras personas. Una higiene adecuada, el aislamiento durante este período y la vacunación son formas importantes de evitar la propagación de las infecciones.

Es importante reseñar que un niño no estará eficazmente vacunado si no ha completado el calendario de vacunas. Generalmente está contraindicado administrar vacuna si existe: fiebre superior a 38 grados, enfermedad infecciosa aguda, alteraciones inmunitarias, hipersensibilidad a algunos de los componentes de las vacunas, cardiopatías, etcétera.
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