LA ADOLESCENCIA
Si antes de la adolescencia, las niñas están física y mentalmente alrededor de dos años más adelantadas que los niños, es en esta etapa cuando los chicos parecen recuperar "el tiempo perdido". Ambos sexos participan de oleadas de fuerza física, emocional y mental al mismo tiempo que de un poderoso impulso sexual y de un sentimiento creciente de individualismo. Pero todas estas características se alimentan en los varones y se limitan en las hembras, esto genera una situación conflictiva. Los padres, de nuevo, juegan en esta etapa un papel muy importante, aunque distinto que en anteriores etapas. Éstos deben ayudar a sus hijos adolescentes, despojándose del papel de protectores y severos, pero reforzando esa "red de seguridad" tan necesaria para los problemas que puedan surgir, al menos hasta que sus hijos alcancen la madurez.
A grandes rasgos, la evolución psicológica del adolescente pasa por tres aspectos fundamentales. El primero, cuando el adolescente descubre su yo, adquiere conciencia del mundo exterior y se destaca de los que le rodean. El segundo rasgo, el florecimiento de la sensibilidad les hace descubir los valores estéticos, morales y religiosos. Y, por último, el adolescente siente tan profunda necesidad de salir de sí mismo, que le impulsa a buscar la simpatía, la intimidad, el apoyo de los demás a través de la amistad y el amor. La maduración psicológica termina en una transformación de su vida afectiva e intelectiva a medida que se va adaptando a la vida en sociedad.