GIMNASIA EN LA TERCERA EDAD
Está demostrado que a cualquier edad, la práctica de algún tipo de actividad física es muy beneficiosa, tanto para estar en forma como para prevenir enfermedades. Durante la tercera edad, etapa en la cual los tejidos envejecen y las personas son más propensas a sufrir determinados "achaques", el ejercicio físico, aunque moderado, debe ser constante.
El ejercicio físico disminuye la tensión arterial y la frecuencia cardiaca en reposo y evita la deposición de colesterol en las paredes arteriales, ya que facilita su movilización. También es una manera de prevenir enfermedades cardiovasculares y evita la obesidad.
En cuanto a la osteoporosis, es conocido que se ve favorecida por la inmovilización y retrasada por la actividad física aunque sea en pequeñas dosis.