EL SOL
No es fácil imaginar la Tierra sin sol, pues es la fuente de toda la vida tal y como la conocemos. Asimismo, tampoco es fácil lograr un alto grado de salud si no se cuenta con una perfecta relación con el sol. La luz es necesaria para la visión y el calor, pero también es un nutriente vital requerido por el cuerpo. Se sabe que el problema del raquitismo, por ejemplo, afecta a aquellos seres humanos que tienen deficiencia de vitamina D. Y la mejor fuente de vitamina D es el sol. Pero por desgracia, también la exposiciones no controladas de luz solar puede llegar a provocar graves enfermedades. De cada persona depende usar de manera inteligente los elementos de la salud. No se puede considerar al sol, que posibilita la vida en este planeta, como un enemigo. Tomar el sol es tan esencial y beneficioso como los demás elementos de la salud. La luz tiene un impacto sorprendente sobre la salud. Hoy en día se recomiendan baños de sol para una perfecta higiene natural, por el beneficio que ofrece para el crecimiento y los huesos, por acelerar el proceso de recuperación de los enfermos.
Prescindir de los rayos del sol, que apoyan la vida y refuerzan la salud, equivale a negarse el agua cuando uno está sediento, los alimentos cuando tiene hambre o el sueño cuando está cansado. Cuando se hace de un modo inteligente, en armonía con los demás elementos de la salud, al tomar el sol está tomando una medida necesaria para asegurarse el máximo nivel de salud posible.
