ERUPCIONES ERITEMATOSCAMOSAS
A veces son leves, tipo eccemátides pitiriasiformes, frecuentes con medicamentos que contienen bromo, o psoriasiformes provocadas por bloqueadores beta, AINE, antimaláricos o sales de litio. En otras ocasiones son graves y adoptan la morfología de una eritrodermia o dermatitis exfoliativa, con fiebre, malestar general y adenopatías generalizadas, como las provocadas por sales de oro, arsénico, mercurio, antidiabéticos orales, diuréticos tiazídicos, hidantoínas y otros anticonvulsionantes, derivados de las pirazolonas y algunos antibióticos.
Una forma especial la constituye el denominado síndrome de hipersensibilidad a los anticonvulsionantes, antes conocido como reacción de hipersensibilidad a la difenilhidantoína, pero dado que también se produce con la carbamazepina, la primidona y el fenobarbital, se ha propuesto este nuevo nombre. Suele iniciarse a las 2 o 3 semanas de empezar a tomar el fármaco y consiste en una erupción generalizada eritematosa de aspecto variado, que en ocasiones se hace purpúrica, en otras adopta las características de una necrólisis epidérmica tóxica, y que se acompaña de fiebre, edema facial y periorbitario, adenopatías generalizadas, hepatitis, leucocitosis con eosinofilia y en ocasiones nefritis. Desaparece con rapidez al retirar el fármaco. Otro cuadro clínico con características propias lo constituye la denominada cara roja medicamentosa, que aparece tras la administración intravenosa rápida de vancomicina y que se manifiesta por intenso eritema facial, que a veces se extiende a cuello, tronco, brazos y manos.