ALTERACIONES DEL CONTORNO PULSÁTIL YUGULAR
La evaluación del contorno pulsátil yugular puede ser en algunos casos de gran ayuda para el diagnóstico (ver imagen superior).
Alteraciones de la onda a. En la fibrilación auricular, la onda a está ausente porque no hay contracción auricular y, por tanto, la onda x es también casi invisible. Esta arritmia se reconoce, pues, en el pulso yugular por una profunda onda diastólica y que va precedida de una onda v, que aparece con una frecuencia irregular. Una onda a gigante, que puede confundirse fácilmente con el pulso carotídeo, se produce en aquellas circunstancias en que la aurícula se contrae en contra de una resistencia, es decir, en la estenosis pulmonar y la hipertensión pulmonar de cualquier causa cuando producen hipertrofia ventricular que ofrece resistencia al llenado, en la estenosis y la atresia tricúspide, en el bloqueo auriculoventricular (AV) total, en el que se observa una típica onda a gigante que, a diferencia de los casos anteriores, se presenta irregularmente, es decir, sólo en los ciclos cardíacos en los que la contracción auricular ocurre durante la sístole ventricular y, por tanto, cuando la válvula tricúspide está cerrada; asimismo, se observan ondas gigantes en diversas arritmias, como en la taquicardia ventricular, en la que se presenta también irregularmente, y en ritmos de origen nodal, cuando la contracción auricular está retrasada y se produce al mismo tiempo que la ventricular.
Onda v gigante. En los casos moderados o graves de insuficiencia tricúspide, el colapso sistólico normal queda obliterado y sustituido por una onda positiva, la cual se debe al reflujo de sangre durante la sístole ventricular desde el ventrículo derecho a la aurícula derecha. Dado que esta onda positiva llega a juntarse con la onda v normal, se considera que en conjunto se produce una onda v gigante.
Alteraciones del colapso diastólico u onda y. El colapso diastólico normal es más rápido y profundo cuando se produce un rápido flujo de sangre desde la aurícula al ventrículo derecho (situaciones con presión venosa muy elevada), y éste, además, es poco distensible. Ello ocurre en la insuficiencia ventricular derecha grave, así como en los casos de pericarditis constrictiva. Mientras que la presión y la distensión venosas yugulares disminuyen normalmente durante la inspiración (aunque en la fase inspiratoria el pulso se hace más visible), en las circunstancias citadas puede producirse el efecto contrario, lo cual se conoce como signo de Kussmaul. Si al mismo tiempo que la onda y profunda, o bien en el signo de Kussmaul, existe una onda v gigante de insuficiencia tricúspide, el diagnóstico está a favor, sin duda, de insuficiencia ventricular derecha con insuficiencia tricúspide asociada, y en contra de una pericarditis constrictiva o de un taponamiento cardíaco.