VARICES
Las varices no son más que el resultado patológico de una mala circulación venosa. Las varices son muy comunes en la piernas, más abajo de la rodilla y se presentan como grandes venas dilatadas y tortuosas, inmediatamente debajo de la piel. A causa del lento regreso de la sangre por estas venas dilatadas, la circulación en la pierna se retarda y esto es precisamente lo que ocasiona una mala nutrición, con formación de úlceras de la piel, muchas veces localizadas por encima del tobillo. Esas venas varicosas pueden surgir a lo largo del lado interno del muslo y de la pierna y de la parte posterior de la rodilla y la pierna. Es en esas regiones del cuerpo donde se encuentran grandes venas muy a flor de piel y no están rodeadas de tejido muscular como otras venas más profundas.
Las varices pueden ser congénitas, posflebíticas y esenciales. Las varices congénitas están asociadas a un ablandamiento del miembro afectado y a un angioma cutáneo. Las varices posflebíticas son aquellas que aparecen a consecuencia de una flebitis. Este tipo de varices se manifiestan en personas de edad madura y con más frecuencia en la mujer que en el hombre. Por fin, las varices esenciales, también llamadas primitivas o comunes, son las más comunes. Las varices esenciales empiezan en la juventud, y aquí la herencia juega un papel relevante. Además del factor hereditario, la causa de la aparición de este tipo de varices se asocia a diversos factores: sedentarismo, la obesidad, problemas hormonales.