CATARRO
Se denomina catarro a la abundante secreción nasal o rinorrea que acompaña a los resfriados. Los senos y la cavidad nasal están tapizados por una membrana secretora de moco. Durante el resfriado común esta membrana se inflama y produce moco excesivo, que bloquea las vías nasales. Un catarro es causado por un virus que infecta la cubierta de la mucosa de los conductos nasales y se propaga fácilmente de una persona a otra mediante la tos y el estornudo. El virus se multiplica en los tejidos de la nariz, faringe, produciendo un catarro y, cada vez que el enfermo estornuda, expulsa nubes de gotitas que contiene virus al aire. Estas se establecen en las membranas mucosas de otras personas, continuando así el ciclo vital del virus. Una vez que el catarro infecta los conductos nasales, con frecuencia se extiende hacia la garganta, hace que se inflamen los pequeños vasos sanguíneos de la nariz y se forme una mucosidad que la bloquea y dificulta la respiración. Es frecuente padecer de episodios de tos y de fiebre. Si estos síntomas con secreción persisten después de que el resfriado haya desaparecido, probablemente se trate de una sinusitis. Esta puede provocar una tos muy molesta durante la noche que aparece al poco tiempo de acostarse el paciente, cuando la secrección desciende a la garganta irritándola.