ALZHEIMER
La enfermedad de Alzheimer debe su nombre al neurólogo alemán Alois Alzheimer, quien investigó que en el proceso de envejecimiento se asocian una serie de cambios físicos y psíquicos que merman la capacidad del individuo para adaptarse a las situaciones nuevas. La enfermedad del Alzheimer es la más frecuente de una familia de enfermedades conocidas en conjunto como "demencias". Todos los tipos de demencia tienen un rasgo en común: la pérdida de capacidad intelectual. Habitualmente esta pérdida plantea una serie de problemas, entre los que se encuentran dificultades para recordar, tomar decisiones, desarrollar razonamientos complejos, realizar tareas de la vida diaria, retener nueva información o adquirir nuevas destrezas. Esta pérdida suele ser progresiva, haciéndose el deterioro más evidente con el paso del tiempo. En general, los pacientes más jóvenes sobreviven durante seis o siete años, mientras que los de edad más avanzada lo hacen una media de tres o cuatro años. Esta enfermedad afecta notablemente a la esperanza de la vida de las personas con menos de sesenta y cinco años, quienes en circunstancias normales, habrían vivido muchos años más. No obstante, la duración de la enfermedad puede variar mucho más de lo que reflejan estas cifras, viviendo algunos pacientes hasta veinte años, aunque son los casos menos frecuentes.