PROTECCIÓN DE ÓRGANOS
El aparato locomotor está formado por el conjunto de huesos y músculos estriados que tienen que ver con los movimientos del cuerpo.
Al armazón de los huesos que protege los órganos y permite el movimiento se le llama sistema esquelético o sistema óseo. Además de los huesos, este sistema consta de cartílago, que se encuentra en la nariz, la laringe, el oído externo y los lugares de unión de los huesos. Estos lugares de unión se llaman articulaciones.
En general, las funciones del sistema esquelético son:
- Soporte de los tejidos blandos del cuerpo, de modo que mantengan la forma y la postura.
- Protección de las estructuras delicadas como el cerebro, la médula espinal, los pulmones, el corazón y los grandes vasos de la cavidad torácica.
- Palancas en las cuales se insertan los músculos para permitir los movimientos.
- Depósito de sales minerales, principalmente calcio y fósforo.
- Producción de células sanguíneas (hematopoyesis), que tiene lugar en la médula ósea roja.
Respecto a la acción protectora tenemos que destacar la configuración del conjunto de huesos que forman el cráneo; las costillas y la columna vertebral.
El cráneo es el conjunto de huesos de la cabeza. Esta consta de cráneo y cara, y es por tanto, conveniente dividir los huesos en grupo craneal y grupo facial. La mayoría de los huesos del cráneo son huesos planos, cuya misión, aparte de las funciones típicas de la médula ósea que contienen, consiste en proteger el cerebro.
El cerebro es un órgano vital, delicado, muy susceptible a golpes y traumatismos, de ahí, la importancia de la caja protectora que proporciona el cráneo.
Al mismo tiempo que sirven de soporte para la caja torácica, las costillas constituyen una barrera de protección para algunos órganos vitales. Tanto los pulmones, como el hígado y el bazo se encuentran bajo el armazón que forman las costillas. Estas están específicamente dispuestas para permitir los cambios de volumen que se producen en el tórax. Si el tórax estuviese recubierto por una coraza continuo de hueso, también existiría protección pero no podría tener libertad alguna de movimiento.
Las costillas se encuentran directamente ajustadas a la columna vertebral mediante unas articulaciones especiales que les permiten los movimientos a los que son sometidas durante la respiración. La columna vertebral esta formada por vértebras articuladas entre sí, para que podamos mantenernos erectos o doblar la espalda sin sufrir ningún daño o molestia. En su interior y debidamente protegida se halla la médula espinal, fundamental para la actividad nerviosa de todo nuestro organismo.