ALTERACIONES TIROIDEAS Y PARATIROIDEAS
Las alteraciones de la glándula tiroides pueden deberse a una hiperfunción, en este caso se producirá hipertiroidismo, pero también puede darse el caso contrario, el hipotiroidismo.
En el paciente con hipertiroidismo suele estar todo el tiroides muy hiperplástico. Está aumentado hasta el doble o triple de su volumen normal. También aumenta cada célula varias veces la intensidad de su secreción, con un ritmo cinco a quince veces mayor que el normal. Esto se denomina bocio tóxico y los síntomas son intolerancia para el calor, aumento del sudor, pérdida ligera o intensa de peso , grados variables de diarrea, debilidad muscular, nervios u otros trastornos psíquicos, fatiga extrema, pero dificultad para dormir y temblor de manos.
El tratamiento más directo de esta enfermedad es la ablación quirúrgica del tiroides, preparando al paciente con anterioridad de la siguiente manera: se administra propiltiouracilo, a veces durante varios meses, hasta que el metabolismo basal es normal, y luego, durante las dos semanas que preceden a la operación se dan grandes cantidades de yoduros para que la glándula misma disminuya de tamaño y se reduzca su riego sanguíneo.
En general los efectos del hipotiroidismo son opuestos a los del hipertiroidismo, ya que la función tiroidea disminuye en vez de aumentar. Se produce una somnolencia extrema, con 14 a 16 horas de sueño al día, gran pereza muscular, frecuencia cardiaca disminuida, gasto cardiaco reducido, volumen sanguíneo disminuido, aumento de peso, estreñimiento, pereza intelectual, piel seca, voz ronca y gruesa y, en casos graves, aspecto edematoso (acumulación de líquido) en todo el cuerpo.
Cuando la función tiroidea es casi nula se produce "mixedema". Por motivos desconocidos se acumulan en los espacios intersticiales cantidades considerables de mucopolisacáridos, lo que produce aumento de la cantidad total de líquido intersticial. La persona que lo padece presenta la cara hinchada, bolsas bajo los ojos, etc.
En un principio se consideró que las glándulas paratiroides eran accesorias de las tiroides, pero más tarde se ha demostrado su individualidad a pesar de la proximidad. La actividad de la glándula paratiroidea depende única y exclusivamente del nivel de calcio circulante, así pues, se podrán detectar trastornos de esta glándula mediante análisis que muestren la concentración de hormonas que intervienen en el metabolismo del calcio y del fósforo, el mal funcionamiento producirá raquitismo.