CONSERVANTES QUÍMICOS
La conservación química comporta la incorporación de algunas sustancias. Existen productos naturales como el azúcar, la sal, la grasa, el alcohol, el humo o la salmuera. La producción industrial recurre también a los aminoácidos y a los ácidos fórmico, propiónico y sórbico. En total, hay más de una treintena de conservantes químicos disponibles, entre ellos antioxidantes y sustancias antibacterianas y antilevaduras.
Los conservantes químicos sólo pueden utilizarse previa autorización oficial que certifique su inocuidad. El uso de conservantes autorizados es una garantía de que el alimento no presenta riesgos para la salud. Sin embargo, ni tan siquiera los expertos se muestran unánimes a este respecto.
Los detractores de los conservantes químicos opinan que, dado que estas sustancias pueden matar pequeños organismos vivos, son nocivas también para el ser humano. Los defensores, por su parte, aseguran que el desarrollo bacteriano tiene efectos aún más nocivos para la salud.
En cualquier caso, los conservantes químicos han permitido anular el riesgo de carestía en los países industrializados, porque han hecho posible aplazar la distribución de los alimentos y reducir las pérdidas.