TRATAMIENTO DE MORDEDURAS Y ARAÑAZOS
Ante cualquier herida producida por algún animal rasguño, desgarro o mordedura que haya necesitado efectuar sutura es muy conveniente proceder de la siguiente forma:
1. Lavar con agua y jabón abundante la herida y alrededores de la región lesionada.
2. Dejar, cuando sea posible, que la herida sangre unos instantes. Así se efectúa un "lavado" natural desde la parte interior hacia el exterior.
3. Limpiar y desinfectar cuidadosamente los bordes tras la propia atención a la incisión accidental.
4. Tratamiento antibiótico, desde el primer momento, siempre en función del consejo del médico que atendió el caso.
5. Inmunización tetánica, según el estado de la víctima. Recuerdo o dosis de "rappel" a los vacunados con anterioridad y, si fuera el caso, inicio de vacunación antitetánica o administración de gammaglobulina adecuada.
6. Prever un posible trato de rabia si hubiere indicios suficientes, para proceder en consecuencia.
LA RABIA
Es una enfermedad infecciosa y contagiosa causada por un virus filtrable que afecta a las células nerviosas y a los órganos cerebrales.
Puede instalarse con mayor o menor virulencia en numerosos animales de sangre caliente y también ser letal para el hombre. El perro ha sido, en la cadena clásica de la epizootia, el eslabón de contagio entre los animales y los seres humanos.
En las últimas reuniones del Comité de Expertos de la O.M.S. sobre la rabia, celebradas en Ginebra (Suiza), se resaltó una vez más la importancia de esta endemia y se instó a los gobiernos de los países en los que existe a tomar las medidas más prácticas y modernas para erradicarla. Según datos publicados en Salud Mundial, esta enfermedad es permanente en casi un centenar de países y factor de gran inquietud en unos noventa de ellos.
En el ámbito europeo se contabilizaron, durante el año 1981, alrededor de 3.260 casos de rabia en animales domésticos frente a más de 11.000 sobre animales salvajes, lo que demuestra que la rabia urbana puede controlarse gracias a las campañas de vacunación dirigida a perros y gatos, especialmente a los primeros, pero que en el medio silvestre diversos animales pueden extender y propagar el mal. El zorro europeo, según los estudios, es el máximo responsable de la conservación y progreso en el viejo continente de la rabia salvaje o rabia selvática. Entre los animales domésticos, la estadística indica que la especie más "contagiada" es el perro (80 por 100 de los animales enfermos), seguida por el gato (10 por 100 de casos) y resto de representantes de ganado y reses de granja.
