SENSIBILIDAD DEL SUJETO
Si bien existen venenos animales ante los cuales las reacciones del organismo son casi siempre muy parecidas, los fenómenos de sensibilización alergológica subsiguientes a una "mordedura de tábano" o "picadura de mosquito" resultan muy distintos según los individuos que los sufren e incluso diferentes para el mismo paciente, dependiendo de su sensibilización a esas sustancias. Es posible que las primeras o la primera picadura de una especie concreta de mosquito, suponiendo que no sea transmisora de enfermedades, casi no ocasiona molestias a una persona, mientras las siguientes pueden producir irritaciones, "habón" en la zona donde se localice, etc.
Existen también reacciones violentas, alérgicas, al veneno de avispas, abejas y otros himenópteros aculeados próximos cuyas repercusiones en organismos sensibles resultan de extrema gravedad y pueden conducir incluso a la muerte.
Con frecuencia la sabiduría popular del hombre de la calle excede las evidencias científicas, y aunque existen muchos más insectos y arácnidos venenosos de los que se creía hace tan sólo unas cuantas decenas de años, los bioquímicos especialistas coinciden en denominar tóxicos -auténticos venenos para el ser humano- las sustancias elaboradas por las glándulas de estos artrópodos que producen reacciones concretas y características de los compuestos ponzoñosos. Al parecer algunos insectos hematófagos (que se alimentan de sangre), como tábanos y mosquitos, bombean su propia saliva en la herida que han producido con su aparato bucal transformado, mientras ingieren la sangre; y es esta saliva, rica en algún tipo de proteína, Ia que provoca una reacción clásica con hinchazón localizada, picor intenso, etc., pero que no se considera acción del veneno. El hecho final es que para muchas personas las picaduras de mosquitos y tábanos llegan a ser tan molestas como el aguijonazo realmente venenoso de una abeja.