REACCIONES ALÉRGICAS POSTERIORES A PICADURAS DE HIMENÓPTEROS
Como ya se ha indicado anteriormente, los venenos de los artrópodos e incluso las proteínas de la saliva de algunas especies, que no se consideran ortodoxamente tóxicas, son capaces de inducir respuestas de tipo alérgico en la mayoría de las personas que sufren sus picaduras.
Este tipo de "reacciones" localizadas, e incluso generalizadas, suelen iniciarse mediante una sensibilización zonal "anafiláctica" a la que puede seguir un "shock alérgico", que posteriormente tiene posibilidades de complicarse hasta el punto de producir en la víctima síntomas muy graves que han de tratarse de inmediato.
La hipersensibilidad (forma anormal de reacción del organismo) de un individuo ante un veneno, cualquiera que sea éste, pero dependiendo de si en su estructura química existen principios alergizantes, dará como respuesta la liberación de histamina y otras sustancias que mediante una serie de reacciones bioquímicas tienden a neutralizar el tóxico inoculado por la acción de la picadura.
Esas sustancias por las células del paciente originan generalmente mayor permeabilidad a nivel de los capilares sanguíneos (el plasma y otros principios contenidos en los vasos sanguíneos salen hacia el exterior). Cuando este proceso se produce en la piel, el resultado será la hinchazón o edema de la zona afectada en forma ligera con la aparición de las clásicas pápulas o "habones": pero si la reacción es más profunda, el edema se generaliza, interesando regiones de mayor extensión e importancia fisiológica para el paciente.