PELIGROS DEL SUBMARINISMO
Consecuencia, en numerosas ocasiones, de olvidos de las normas básicas, pueden producirse accidentes de diversa importancia. Podemos considerar alteraciones leves las siguientes:
1) Depresión en la máscara de buceo. -Cuando se aplica la máscara hay que igualar la presión interior con la exterior a medida que se progresa en el descenso en profundidad, lo que puede conseguirse si se sopla aire por la nariz mientras se gana profundidad.
El olvido o la imprevisión del aprendiz pueden producir la depresión con el efecto "ventosa" de la máscara sobre el rostro, capaz de causar hemorragias nasales, congestión ocular y, más raramente, desprendimientos de retina en personas afectadas de miopía.
2) Traumatismos por presión y dolores dentales. -Esta situación afecta a personas con empastes dentarios o caries evidentes que se resienten por efecto de la "frialdad" del agua, pero también si durante la inmersión una pequeña burbuja de aire queda retenida en la pulpa del diente ocasiona un dolor agudo al buceador, y en la ascensión, al aumentar el volumen de la burbuja como consecuencia de las leyes físicas, puede hacer "reventar" la pieza dentaria o desprender el empaste.
3) Dilatación aguda de estómago. -Anomalía muy común en los principiantes que respiran ansiosamente por la boca e introducen aire en los pulmones, por supuesto, y también en el estómago.
Durante el regreso a la superficie tras una inmersión los gases acumulados en el estómago se dilatan al disminuir la presión exterior y producen una expansión muy rápida. Consecuentemente este aire puede bloquear la respiración y producir la pérdida del conocimiento si el submarinista, al notar los primeros síntomas, no corrige la eventualidad forzando la expulsión brusca de los gases en forma de eructos controlados que descarguen el contenido en aire del estómago.
La reducción de ingestión de bebidas carbónicas, gaseosas, y de comidas flatulentas (coles, verduras y féculas) antes de las inmersiones parece obligada, si no queremos padecer "cólicos aéreos", muy dolorosos y molestos, aunque fácilmente tratables con la administración de fármacos espasmolíticos.