MEDIDAS HIGIÉNICAS PARA PREVENIR EL CONTAGIO DE LA FIEBRE AMARILLA
En las zonas tropicales o subtropicales, y en aquellas templadas donde la enfermedad está establecida de forma permanente, es endémica; se deben tomar una serie de precauciones encaminadas a impedir la pululación de los mosquitos vectores, transmisores del virus, por picadura a animales o personas afectadas y posterior visita a seres humanos sanos.
Hay que tener en cuenta que estas precauciones contra el mosquito, capaz de inocular la fiebre amarilla, no son selectivas y además nos protegen contra otro tipo de mosquitos afines y ciertos insectos que pueden transmitir diversas parasitosis y enfermedades muy peligrosas y de difícil diagnóstico. Por esta razón, aunque estemos perfectamente protegidos de la fiebre amarilla por la oportuna vacunación, es muy importante efectuar en lo posible la prevención que se aconseja:
1.º Las puertas y ventanas de las habitaciones donde pernoctemos o permanezcamos han de protegerse con tela metálica mosquitera, de malla fina, a fin de impedir la entrada de estos insectos.
2.º Todas las estancias y habitaciones han de ser fumigadas convenientemente de forma asidua y con productos autorizados a intervalos no superiores a los quince días (tiempo medio de duración del ciclo vital del mosquito).
3.º Como en el caso del "Yellow-fever mosquito", se trata de un insecto "doméstico" que preferentemente se cría en el agua clara de los recipientes artificiales, latas abiertas de uso higiénico, cisternas de servicios sanitarios, lavabos, barriles de agua de lluvia y recipientes abiertos de agua potable, etcétera estos objetos deben ser eliminados o alejados de las viviendas o ser sometidos a tratamientos insecticidas semanales.
4.º Los alojamientos, hoteles, bungalows, etc., que dispongan de jardín han de extremar este tipo de medidas, pues se ha comprobado que el ciclo acuático del Aedes sp. (huevo, larva y pupa) puede cerrarse en el agua retenida entre las hojas de los agaves, las bananeras ornamentales y otras plantas espontáneas o de jardín.
Un viaje feliz, una excursión placentera y una aventura provechosa merecen la preparación precisa en todos los sentidos, y sobre todo en el que respecta a nuestra salud y la de nuestros semejantes. En cualquier caso no debemos vacunarnos sin más de las enfermedades que nos parezcan más agresivas. Antes de efectuar la vacunación hay que pasar una revisión médica previa que nos asegure la inexistencia de contraindicaciones respecto a la vacunación.