EFECTOS DEBIDOS A LA PICADURA DE HIMENOPTEROS
Inmediatamente de producirse la introducción del aguijón suele aparecer en la zona lesionada un enrojecimiento anormal, acompañado de dolores más o menos intensos, que posteriormente pueden transformarse e hinchazón y fuerte prurito, comezón, en el punto afectado.
Si el insecto "agresor" ha sido una abeja y previendo que, circunstancialmente haya podido dejar introducido el aguijón y parte de Ios tejidos anejos del extremo de su abdomen, habrá que observar cuidadosamente el punto de la picadura para confirmar este supuesto y, en caso afirmativo, proceder a su retirada sin comprimir ni apretar "en pellizco" para evitar que el resto de las glándulas venenosas, suponiendo que hayan quedado junto con el propio aguijón se rompan en el interior de la parte lesionada y vierta la totalidad de los tóxicos en ellas almacenados.
La extracción ha de ser ejecutada "raspando" levemente la zona del "picotazo" con un instrumento cortante, navaja afilada o bisturí, previamente esterilizado mediante alcohol o acción del fuego. Posteriormente, y en previsión de una posible infección secundaria, debe lavarse abundantemente Ia herida limpia con agua jabonosa, para aplicar, por último, un desinfectante ligero comúnmente usado en todo tipo de botiquines.
El edema o hinchazón en la parte del cuerpo afectada por la lesión del insecto puede aliviarse con la aplicación de compresas frías de cubitos de hielo envueltos en plástico, que se mantendrán por períodos de cinco a diez minutos y "descansos" de tres o cuatro minutos. De esta forma suelen disminuir las molestias iniciales y manifestaciones agudas. Posteriormente la aplicación de una pomada a base de cortisonal recomendada siempre por nuestro médico, favorecerá la desaparición del "habón" en un período que no suele ir más allá de las veinticuatro horas.
Si el picor o prurito resulta intenso y molesto, habrá que recurrir (siempre por prescripción facultativa expresa y jamás "por nuestra cuenta") a la ingestión de un antihistamínico por vía bucal.
Existen una serie de prácticas comunes para reducir los efectos de este tipo de picaduras (cuando son de naturaleza leve por la cantidad de veneno inoculado, la zona del cuerpo lesionada y la escasa reacción del paciente) que, sin duda, serán descritas oportunamente en el apartado de ecología y supervivencia, pero cuya ejecución sólo debe acometerse como último recurso cuando no exista la posibilidad de recibir los primeros auxilios sanitarios pertinentes ni la atención de un médico en el plazo de unas cuantas horas.
