CÁUSTICOS EN LOS OJOS
Otro accidente frecuente en la vida al aire libre, y que puede afectar al ojo, es la clásica salpicadura, gota, de detergente, líquido ácido o alcalino a nuestros ojos al proceder a cualquier labor de limpieza.
Lo inmediato es lavar el ojo durante cuatro o cinco minutos con agua clara y abundante, procurando que sea eliminado el líquido causante de la lesión.
El reposo del ojo, mediante su taponamiento con algodón y gasa, es la mejor forma de aliviar el constante lagrimeo y escozor. Si la molestia, a pesar de estar tapado el ojo, persiste durante más de veinticuatro horas, hemos de acudir lo antes posible al especialista, pues puede que la concentración del líquido causante del accidente haya dado lugar a una lesión de la córnea que debe ser vista y tratada de inmediato por el oftalmólogo.