BRONCEADO Y CONSECUENCIAS
Antes del siglo XIX los efectos de los rayos solares eran temidos por las clases sociales, pues se sabía que podían ser desencadenantes de la temida enfermedad tuberculosa o "tisis" galopante de aquellos tiempos. En nuestros días, en cambio, el sol se ha mitificado, y hoy es casi un derecho el estar bronceado; es condición obligada de la vuelta del veraneo o de unas vacaciones de corta duración; es condición de la estética moderna y una garantía de éxito social. Pero sea como sea, si hoy día no tememos, como antaño, el desencadenamiento de una tisis galopante, sí hemos de tener en cuenta que un exceso de sol puede perjudicar de muy distintas formas, bien por calor o bien por efecto de la luz, dando lugar a las "lucitis", que motivarán accidentes importantes de fotosensibilización.
Para comprender, aunque sea de forma sucinta, la génesis del bronceado es necesario conocer a qué se debe la rección del organismo ante la luz emitida por los rayos solares.
El "color" de la piel, del cabello y de los ojos se debe a un pigmento denominado "melanina"; su papel parece ser el de proteger del daño que pueden causar las reacciones solares y se encuentra contenida en unas células situadas entre la dermis y epidermis; estas células que contienen la melanina se denominan "melanocitos".
En los individuos de piel blanca no existen gran cantidad de estas células y sólo se encuentran en regiones muy contadas de las capas de la piel; en cambio, en la raza negroide los melanocitos, o células con pigmento, son muy abundantes.
No vamos a entrar en considerar los trastornos que se ocasionan por exceso de pigmento, nos interesa más conocer los trastornos por defecto, por falta de melanina, y las consecuencias que se acompañan ante la grave intolerancia a las radiaciones solares.
El más conocido y frecuente de la falta de melanina es el albinismo. Es un estado que se transmite por herencia y se caracteriza por la escasez o ausencia de melanina en los ojos, piel en toda su superficie y sistema piloso. Las consecuencias del albinismo son: disminución de la agudeza visual e intolerancia a la luz solar. Los efectos de las radiaciones solares sobre la piel de estos individuos son muy frecuentemente de carácter cancerígeno.
Otro estado carente de pigmentación, relativamente frecuente, que suele afectar a zonas localizadas del cuerpo, sobre todo los órganos genitales, es el "vitíligo". Se caracteriza por la blancura absoluta de las zonas afectadas. No tiene la gravedad del albinismo y sus consecuencias son generalmente de tipo estético.
Hay otra serie de enfermedades hereditarias y endocrinas que cursan con falta de pigmentación, pero no son tan frecuentes.
Más frecuente es la falta de pigmento en las cicatrices de heridas, sobre todo en las quemaduras, al quedar destruidos los melanocitos por las lesiones que se originan en la piel.