TRATAMIENTOS DEL DOLOR
Al principio del siglo XIX el sueco Per Henrik Ling desarrolló un tipo especial de tratamiento corporal, que se ha convertido en parte importante de los métodos curativos médicos: el "masaje sueco".
Era la meta de Ling, desarrollar un sistema que estimulara la circulación, que aumentase la elasticidad de los músculos y que creara un equilibrio total entre la arquitectura ósea y la función del sistema muscular y de los tendones. La gimnasia sueca le sirvió de modelo a Ling: un entrenamiento corporal con distintas formas de ejercicio, en las cuales se doblan, estiran y se giran los músculos, las cuerdas y los tendones. En el masaje sueco esos ejercicios se imitan, sin que la persona tratada se mueva activamente: el masajista roza, amasa, golpea y agita la musculatura o deja que vibre.
El masaje sueco o clásico, como se le llama también, se realiza según unos pasos establecidos: empieza con el llamado rozamiento, seguido por el amasamiento y la fricción, y se termina dando golpes y produciendo vibraciones.
El efecto fomentador de la curación de estos masajes se reconoció rápidamente por la medicina. Hoy día ya es imposible imaginarse un concepto terapéutico sin ellos.