RESPIRACIÓN BOCA A BOCA
Cuando se rescata a una persona que se estaba ahogando en el agua, hay que actuar rápidamente pero con cuidado. Primero hay que asegurarse de que las prendas de la víctima están flojas y de que tiene la vía aérea impermeable, antes de iniciar la respiración artificial, pero no se debe intentar extraer el agua de sus pulmones; esto haría perder un tiempo precioso y en realidad nunca se conseguiría totalmente.
Colocando a la víctima boca arriba con la cabeza hacia atrás, se le pingará la nariz con el índice y el pulgar y se insuflará aire en sus pulmones por la boca. Si observamos su tórax podemos asegurarnos de que sus pulmones se están llenando y vaciando a continuación.
Para obtener el máximo efecto se administran las cinco primeras respiraciones con rapidez, y después se continua con una frecuencia de una respiración cada cinco segundos.
Si la víctima es un niño se hará lo mismo, pero con menos fuerza. Se puede insuflar el aire por la nariz y la boca a la vez.
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